Comunidades de vecinos

Comunidades de vecinos

Más ahorro

Una de las principales ventajas de instalar placas fotovoltaicas en una comunidad de vecinos es que el consumo energético es mayor que en una vivienda unifamiliar. En una comunidad de vecinos se comparten zonas comunes como el ascensor, el garaje, la iluminación exterior, entre otros, lo que aumenta el consumo de electricidad. Al instalar paneles solares en la comunidad, se puede generar suficiente energía para abastecer las necesidades energéticas de todos los vecinos, lo que se traduce en un mayor ahorro en la factura eléctrica.


Además, la instalación de placas solares en una comunidad de vecinos puede tener un efecto multiplicador en cuanto al ahorro energético. Al generar electricidad a partir de energía solar, se reduce la dependencia de la red eléctrica convencional y se disminuye la emisión de gases contaminantes, lo que contribuye a la protección del medio ambiente y a la lucha contra el cambio climático.

Beneficio para todos

En general, la instalación de placas solares en una comunidad de vecinos beneficia a todos los residentes. Aunque es cierto que algunos vecinos pueden aprovechar mejor que otros la energía generada por las placas solares en función de su consumo energético, cualquier excedente de energía puede ser vertido a la red eléctrica y compartido entre todos los vecinos.


En el caso de una instalación de autoconsumo compartido en una comunidad de vecinos, se establece un acuerdo para compartir el excedente de energía que se genere. De esta manera, si un vecino produce más energía de la que consume, esa energía sobrante se vierte a la red eléctrica y se reparte entre el resto de vecinos, reduciendo el consumo de energía eléctrica de la comunidad.


Además, gracias a las nuevas tecnologías y la monitorización de la energía producida, se puede llevar un control de cuánta energía se produce, cuánta se consume y cuánta se vierte a la red.

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